lunes, 3 de agosto de 2015

La mirada del camaleón

En 2010 envié a un concurso un escrito titulado "La piedra de fuego". Trataba sobre un chico con baja autoestima, que era objeto de bullyng y que envidiaba las vidas ajenas. Un personaje lo contactaba a través de su red social y le entregaba una piedra, que le permitía transmutarse en otros. Con entusiasmo, el protagonista empieza a viajar pero lo que encuentra no es lo que se imagina. Era un texto de unas cien páginas. No tuvo éxito en el concurso, ¡menos mal!
El tema de la autoestima me interesaba mucho y me puse a investigar (el resultado fue el libro "Saberse amado, saberse capaz" que apareció en 2012). A finales de 2011 -el 23 de diciembre- , por sugerencia de un amigo envié a Sudamericana la novela (que entonces se llamaba "La piedra Esmeralda") y por mail, un breve resumen del libro. En febrero me llamaron Mariana Vera y María Amelia Macedo para una entrevista. El proyecto les interesaba pero había que trabajarlo más. Bastante más. Llevó tiempo mejorarlo. En parte, porque mi dedicación a la escritura se reducía a los fines de semana y a algún feriado. Trabajo de docente full time y además estaba cursando mi profesorado en la UTN. Y en parte también porque había mucho que corregir, tarea que continuó hasta junio de este año. En agosto de 2015 se publicó. En los cinco años que pasaron entre el primer borrador y la edición que llegó a las librerías, fueron varios escritores amigos los que me ayudaron. Mónica Cincinnati y Alejandro Tloupakis (que junto a Elsa Todoroff trabajan en un equipo que conforma "Entrelíneas", un taller de escritura de muy buen nivel) fueron los primeros. Más adelante, trabajé con Marcelo di Marco las escenas de acción del libro. Un gran amigo, bombero (Miguel del Castillo) me asesoró en el episodio del incendio. Varios alumnos del colegio Los Molinos, donde trabajaba entonces, entre ellos Matías Albinati, me hicieron una buena devolución. En Bogotá, mientras asistía a un congreso de literatura infantil, conseguí un libro ("Cómo no escribir una novela", de Mittelmark y Newman) que me ayudó a detectar los puntos débiles del escrito. Más tarde, trabajando ya en el colegio San Juan el Precursor, un alumno -Felipe Sorondo- gran lector de libros de este estilo, aceptó leerlo y me hizo unas observaciones muy agudas. Y finalmente, trabajamos con Liliana Bodoc en la redacción final. Todavía habría algunos cambios y ajustes de detalle, que hice bajo la guía de las editoras Maria Amelia Macedo, Paula Alvarez Arbelaís y Rodrigo Saez. El libro ahora de 270 páginas, ya formaba parte de la serie Infinito, de Montena.

http://www.megustaleer.com.ar/libros/la-mirada-del-camaleon/9789873820113